Dos consejos para ahorrar en e-commerce
Convertir una empresa tradicional en un negocio omnicanal, que funcione de manera eficiente, tanto en el ámbito offline, como online, pasa inexorablemente por su digitalización.
¡Ojo! por la digitalización de la que venimos hablando en los últimos tiempos que va mucho más allá de la simple informatización de determinados procesos. Llevarla a cabo requiere desarrollar un plan de negocio e invertir adecuadamente en recursos materiales, tecnológicos y humanos. ¿Cómo averiguar dónde podemos ahorrar costes durante todo ese proceso?
Análisis del mercado y elección de un modelo de negocio
Lo más prudente para afrontar la puesta en marcha de un proyecto de e-commerce es analizar en primer lugar cómo funciona el canal online en el sector donde operamos. Hacerlo no es garantía de que el proyecto tenga éxito pero evitará los costes imprevistos que siempre se generan al entrar en un mercado dando palos de ciego.
¿Qué demandan los clientes de nuestro sector de actividad cuando acuden al canal online? ¿Cómo la competencia está dando respuesta a sus demandas? ¿Qué prácticas están teniendo éxito?
Saber qué está funcionando para otros permite evaluar si queremos replicar la propuesta planteando un modelo de negocio similar o nos aventuramos a apostar por algo nuevo.
Una vez hecho el análisis habremos de definir qué productos y servicios vamos a comercializar por el canal online, cómo modificaremos la gestión de la cadena de almacenamiento y transporte para coordinar bien el canal online y offline; qué modalidades de pago escogeremos, cómo coordinaremos nuestra estrategia de ventas y por medio de qué vías de comunicación nos relacionaremos con nuestros clientes, proveedores, etc.
Análisis de la tecnología disponible, la necesaria y su modo de implementación
Como es obvio, abrir un canal de venta online requiere implementar nuevas soluciones tecnológicas. Tendremos que evaluar si la infraestructura tecnológica de la que disponemos lo permite y si contamos con personal técnico cualificado dentro de la empresa para hacer las modificaciones necesarias o, si por el contrario, habrá que contratar a terceros para que trabajen en la implementación.
Necesitaremos determinar dónde se alojarán la página web y las aplicaciones que ayudaran a gestionar el canal online. En este aspecto, optar por un modelo de almacenamiento en la nube puede ahorrar costes.
También tendremos que determinar qué plataforma de e-commerce vamos a utilizar y cómo la integraremos con el resto de sistemas con los que gestionamos habitualmente desde el stock de almacén hasta los precios, pasando por la contabilidad o la relación con los proveedores y clientes.
Finalmente, tendremos que afrontar los costes de diseño y desarrollo de la página ecommerce y todos los derivados de las acciones de marketing por medio de las que habremos de dar visibilidad constante al negocio.