Si analizamos los macrodatos que nos va dejando la crisis, nos daremos cuenta de que no todos los sectores, se verán, como es lógico, igualmente afectados en negativo. De hecho, algunas industrias podrían, incluso, ver mejorar sus cifras de negocio. Sin embargo, generalizando, está claro que nos encontraremos con cambios en los patrones de conducta, recortes de plantillas o consolidación del canal online y diferentes modelos de pago electrónico, como tónica general en esta nueva realidad.
Ante este panorama, incierto y volátil, será más importante que nunca conocer al cliente y optimizar su experiencia. La omnicanalidad será también una ventaja competitiva en la relación y experiencia con los clientes y consumidores. Pero, por otro lado, habrá que estar muy atentos a la disminución de los márgenes y al aumento del período medio de cobro.
Esto, en general. Ahora bien, me gustaría poner el foco en un entorno concreto. Recientemente hemos realizado un estudio sobre las “Perspectivas del sector del animal de compañía en tiempos de COVID-19” y hemos obtenido unos resultados muy interesantes. Hablamos de un sector que movió en España el año pasado, 1.200 M€, según los datos publicados por Veterinindustria, y que es el quinto mercado de animales de compañía más grande de Europa, según Euromonitor Internacional.
El objetivo de nuestro estudio ha sido proporcionar al sector una fuente de datos que facilite la toma de decisiones en tiempos de incertidumbre y vulnerabilidad para poder poner el foco, de verdad, en el cliente. Pero, también, para poder implementar nuevas estrategias que ayuden a neutralizar o, cuanto menos, minimizar los efectos de la crisis sanitaria y económica que estamos viviendo.
Entonces, la opinión generalizada tanto de las empresas mayoristas, como minoristas y clínicas veterinarias es que el sector decrecerá un 50%, dato que concuerda con la distribución de la facturación ya que cuanto menor sea esta, menor capacidad mostrará el negocio para resistir las tensiones financieras que puedan encontrarse. El contrapunto positivo es que apenas un 4% piensa en un posible cierre durante los próximos meses.
La visión a futuro, un tanto, borrosa
Con respecto a las perspectivas de inversión a futuro, nos hemos encontrado con una apuesta clara por la continuidad del sector y con la intención de dotar a sus negocios de una mayor capacidad de resiliencia. Eso muestra el compromiso de una industria que apuesta por mejorar y dotarse de las soluciones y herramientas necesarias para afrontar los envites de un futuro incierto. Un punto, desde luego, a tener muy en cuenta.
Por otra parte, como ya decía al principio, hablamos de un sector en el que conviven tanto empresas minoristas, como mayoristas y clínicas veterinarias que presentan situaciones y necesidades muy diferentes, entre sí, a pesar de conformar una industria bastante sólida. Respecto a las diferencias, parece claro, según los datos que hemos obtenido del Informe “Perspectivas del sector del animal de compañía en tiempos de COVID-19” que las clínicas veterinarias entienden la necesidad de mejorar la experiencia del cliente, así como el requerimiento de ampliar su oferta como algo imprescindible. Por su parte los minoristas apuestan por la venta online, la ampliación de la oferta para favorecer las ventas cruzadas y, en menor medida, por mejorar la experiencia del cliente.
En el entorno concreto de los mayoristas destaca la idea de la venta online como tendencia creciente a futuro, mostrándose muy conscientes sobre la necesidad de ampliar su oferta en esta línea. Es, sin duda, el colectivo más interesado en aplicar la tecnología para hacer crecer su negocio y, por supuesto, para optimizar la operativa de su día a día.
Por lo tanto, si unimos la idea de apostar por mejorar la experiencia de cliente, con la necesidad de implementar tecnología para optimizar la operativa y, también los recursos, el resultado de la ecuación podría ser el dibujo de una industria más y mejor preparada para responder al ecosistema post-covid. Y, también, más y mejor mentalizada, para diseñar estrategias exitosas.
Digitalización, teoría y práctica
Cuando hablamos de tecnología, inmediatamente, pensamos también en digitalización. Es un proceso mental que responde a muchos años de estímulos externos e internos que apuntaban en esta dirección. Es decir, opiniones, experiencias, casos de uso que aplican sobre la importancia de digitalizar y que se han compartido durante años en diferentes foros, ya sean empresariales, sociales o comunicativos. No es extraño, por tanto, que cualquier estudio que se refiera a casi cualquier entorno, dedique un apartado especial al ámbito de la tecnología o, mejor dicho, a la evaluación del uso de esa tecnología y su impacto sobre el negocio.
Digitalizar es mucho más que aplicar tecnología, eso lo tenemos bastante claro. Digitalizar tampoco es, únicamente, poder trabajar desde casa. Pero, es cierto, que la crisis de la COVID-19 ha acelerado algunas reacciones sobre las que muchas organizaciones llevaban años teorizando. Y, sí, el grado de digitalización de los negocios ha sido determinante para que muchos de ellos, hayan podido responder en positivo a una situación crítica. Por eso, me parece relevante, en el entono de la industria del animal de compañía del que estamos hablando, mencionar aspectos concretos sobre los que la tecnología ha jugado y/o jugará un papel determinante en los próximos meses.
En este sentido, la mayoría de los negocios que han participado en nuestro estudio dicen que no disponen de ecommerce para vender sus productos o servicios online. En particular, llama la atención el caso de las clínicas veterinarias. El 90% de ellas ni tienen ni han visto la necesidad -hasta ahora- de implementar una tienda online. Los negocios minoristas, por su parte, ya han empezado a dar pasos en esta dirección y, lo que es más importante, aún, el 87% piensa que el futuro de su negocio está en la venta online. El entorno del mayoreo es, por así decirlo, el más coherente de los tres ya que, no solo piensa que la venta por Internet es el futuro, sino que más de la mitad de los negocios cuentan con webs dedicadas a ello.
Entonces, a la pregunta concreta sobre qué puede hacer la tecnología para mejorar los negocios de la industria del animal de compañía en época de crisis se me ocurren también, algunas respuestas concretas que se refieren, por supuesto, también, a soluciones concretas del tipo ERP:
- Mejorar la gestión del stock y las compras
- Optimizar los procesos de gestión
- Mejorar el control financiero
- Controlar eficientemente lotes y caducidades
- Conectar ecommerce con el entorno de la gestión
- Controlar y optimizar los centros de costes
- Utilizar los datos para mejorar la rentabilidad
- Integrarse con facilidad en las plataformas de clientes o en la central de compras
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En todo caso, esto es solo un anticipo, pero si quieres acceder al Informe completo sobre “Perspectivas del sector del animal de compañía en tiempos de COVID-19”, pincha aquí. También puedes contactar con nosotros si necesitas un análisis más detallado sobre el estado de situación de tu negocio y cómo puedes marcar la diferencia respecto a tus competidores en un entorno convulso.