El ROI
“El retorno de la inversión tecnológica en una pyme se puede y se debe cuantificar, da igual que sea un retorno en tangibles o intangibles. El beneficio se dejará ver”
Cuando una pequeña o mediana empresa decide implementar una plataforma de gestión empresarial, haciendo que gran parte de sus procesos se automaticen y pasen a ser gestionados bajo la batuta tecnológica, esta organización ya está marcando un punto de inflexión en su negocio y, aunque aún no esté explotando al máximo el potencial de su ERP, ya está empezando a recibir las primeras respuestas positivas a su inversión.
¿Cómo? Obviamente, esta empresa operará con otras tantas organizaciones ya sean proveedores, partners o clientes. Ante todas ellas, habrá hecho ganar enteros a su imagen reputacional al ofrecer una percepción de marca definida y orientada hacia la tecnología más avanzada en aras de mejorar sus procesos.
Posicionarse del lado de las TIC le permitirá operar con una mayor cantidad de clientes alrededor de todo el mundo, disponer de un potencial de clientes más rentables y solventes, etc.
Partiendo de la premisa de que cada empresa tiene que cuantificar su coste por hora trabajada, cada pyme deberá analizar cuánto tiempo invierte en determinados procesos comunes como, por ejemplo, ejecutar un pedido para clientes.
Además del tiempo invertido en hacerlo, deberá ir un poco más al detalle y analizar, cuántas personas han participado en la tarea, si todas ellas estaban en la oficina o si han tenido que desplazarse desde otras ubicaciones, etc. Con un sistema de gestión empresarial, acciones tan sencillas (vistas desde la perspectiva actual) hasta hace poco tiempo se antojaban complicadas, pues precisaban de la autorización de varias personas, ubicadas muchas veces, en entornos diferentes.
Mediante un ERP, con una acción todas las personas implicadas en el proceso tienen la información y pueden realizar la gestión de manera inmediata
El comercial hace el pedido, el responsable del almacén recibe la información y coordina con el encargado para preparar la mercancía para su envío. En el proceso de mecanización se incluye además la preparación y distribución de la información relacionada, ya sean albaranes de salida, documentos de baja en el stock, etc.
Y, si… da igual la ubicación, tanto del comercial que haga el pedido (éste podrá efectuarlo sin necesidad de estar en la oficina, una tablet será suficiente ), como de la mercancía, que podrá localizarse fácilmente, a través de dispositivos tipo PDA, si se dispone, lógicamente, del software adecuado.
Tanto vale lo tangible como lo intangible. En el ahorro y la eficiencia, todo suma
La inmediatez que ofrece un ERP es enorme a la hora de gestionar tareas, hoy, simples; ayer, costosas. Y ligada a esa inmediatez hay un considerable ahorro de tiempo (quizás el intangible más deseado en la actualidad) tiempo que se podrá emplear en la realización de otras tareas que aporten más valor al negocio.
Siguiendo con este mismo ejemplo de pedido de clientes una pyme que cuente con un sistema de gestión empresarial podrá además ejercer un control más efectivo de los cobros y medir con solvencia el riesgo que presentan sus clientes.
Hasta ahora, vemos el retorno de la inversión respecto a lo que “lo se ve”: el tiempo. Por supuesto, un ERP ofrecerá también ROI frente a los intangibles. Hace 20 años, era necesario disponer de un equipamiento informático, hoy, exagerado, con PC, portátiles, impresoras, servidores, telefonía, etc… y todo ello conectado o, mejor dicho, “cableado”.
Hoy, las empresas tienen la posibilidad de acceder a un software de gestión empresarial, vía cloud e, incluso, en modo SaaS, reduciendo el coste en infraestructura. De esta forma, se garantiza además la actualización permanente del software, evitando que éste se quede obsoleto mucho antes del período lógico de amortización.
Por ello, su proveedor de ERP le ofrecerá soluciones actualizadas, sin necesidad de que tenga que invertir en partidas que no ofrecen valor añadido alguno al core de su negocio.
Hemos empezado este post hablando del ROI en partidas intangibles. Y quisiéramos cerrarlo con otro intangible que, cada vez, es más valorado entre las pymes como un gran activo capaz de entregar un extraordinario retorno de la inversión: la formación.
Cursos, seminarios, charlas, etc. sobre novedades fiscales, contables o administrativas, permitirán a las empresas que cuenten con un sistema de gestión empresarial beneficiarse de todo este conocimiento para poder aplicarlo después en su actividad diaria y, en muchos casos, para anticiparse y adaptarse a los diferentes cambios normativos.
Si, además, esa formación se realiza vía streaming, sin necesidad de perder tiempo en desplazamientos, de nuevo, volvemos al ahorro de tiempo con el que empezábamos a hablar de ROI.