¿Qué ERP es mejor para mi tienda online?
Si te das cuenta, la cuestión ya no es si debes o no utilizar un ERP para gestionar tu tienda online. La cuestión ahora es qué ERP escoger.
Básicamente, las empresas, también las de comercio electrónico, han entendido que la integración de ambas soluciones permite disponer de información del negocio centralizada y fácilmente accesible y, eso, en los tiempos que corren, ya no es una ventaja, sino más bien una exigencia.
Hacer que la información sobre productos, servicios, tarifas, descuentos, pedidos, clientes, inventario, todo, esté sincronizado de manera automática es la principal ventaja de integrar las plataformas de comercio electrónico y las soluciones ERP.
En yo gestiono, tú vendes puedes encontrar alguna de las razones por las que integrar las tiendas online y las soluciones de gestión ERP.
Dicho esto, poco más se puede decir para argumentar la necesidad de este trabajo conjunto entre dos plataformas tan distintas. O, quizá, sí podamos avanzar un poco más.
Está clara la necesidad de conjugar el trabajo, las funcionalidades y la potencia de cada plataforma, pero ¿qué ERP es el más adecuado para optimizar el funcionamiento de una tienda online?
Como siempre digo, no hay una receta común para todas las empresas. La instrumentalización tecnológica de la gestión dependerá de elementos tan dispares como los recursos con los que cuente la organización, el volumen de operaciones que realice y que espere realizar en el futuro o el sector en el que opere incluso, que también es relevante porque en algunos casos quizá podría optar por soluciones sectoriales.
Qué hay que mirar
Desde luego, si tuviera que responder a la pregunta directa de qué ERP integrar con mi plataforma de comercio electrónico, claramente me decantaría por el ERP de Datisa. Pero claro, eso sería demasiado obvio.
Así que te voy a contar qué es para mí lo que debe hacer un ERP para que sea el compañero de viaje de mi tienda online. Y así, tú puedes comprobar qué funciones de las que son estratégicas te aporta un ERP u otro y, por supuesto, decidir el que más se ajuste a lo que buscas.
¿Qué debe hacer un ERP?
Que controle el flujo de información
Un ERP trabaja sobre los procesos y, más concretamente, con los datos que se generan en dichos procesos, pero debe ejecutar un control exhaustivo sobre la información que se genera y se utiliza en cada una de las áreas funcionales de la compañía.
La mejor forma de operar es a través de diferentes módulos que, obviamente se relacionen entre sí. Al final, lo que se tiene es una base de datos centralizada en la que se refleja toda la información relevante que tienen que ver con la organización.
Que sea mucho más que una BBDD
Un ERP no es un repositorio de información, o, al menos, no solo es eso. Un ERP gestiona todas las áreas de una organización. En las tiendas online son particularmente relevantes sus aportaciones en el área comercial, en el entorno del almacén o en la parte financiera.
Por eso, gestionar los datos de una manera centralizada, además de mejorar el acceso a dichos datos, hace que los procesos organizativos empasten entre sí y que sea más fácil adoptar decisiones clave para el negocio.
Que ponga siempre al cliente en el centro
Sí. Es consecuencia también de la era digital. El cliente siempre está en el centro de toda la operativa de la organización. Pero en un negocio online en el que no se ve al cliente, no se puede correr el riesgo de entender toda la gestión en base a los números, dejando de pensar que detrás de cada uno de ellos hay un cliente.
Y, ese cliente, al que físicamente no se ve, espera un trato exquisito y una experiencia satisfactoria. El hecho de que el ERP facilite la coordinación entre unos departamentos y otros permite ofrecer al cliente la atención que demanda.
Un ERP proporciona información sobre ofertas, precios, disponibilidad, tiempos de entrega, etc., es decir, es una herramienta que permite gestionar mucho más que la contabilidad o los cobros y pagos.
Que evite o se anticipe a los problemas
Por problemas entiendo, desde la atención deficiente a un cliente por desconocimiento, por ejemplo, del precio o la disponibilidad de un determinado producto/servicio o por el incumplimiento de los plazos de entrega, hasta un procesamiento de pedidos inadecuado, por ejemplo, una equivocación en la forma de pago o, incluso en la cantidad, o error en el lugar de la entrega.
Con un ERP es más fácil prever este tipo de situaciones o, algo tan sencillo como dotar a nuestro almacén del stock adecuado en función de los hábitos de compra o, más bien, de los productos/servicios que se han vendido en un determinado momento o en un entorno concreto.
Evitar incidencias o prever situaciones comprometidas como las que menciono ayudará no solo a mantener la buena marcha de nuestra tienda sino a mantener una buena reputación en la Red, algo que se ha mostrado, realmente interesante en esta era digital.
Que facilite la integración
Uno de los argumentos que más escucho cuando se habla de combinar ERP y plataformas de comercio electrónico, tienen que ver con la necesidad de implementar una integración sencilla entre ambos aplicativos.
Dicen que la unión hace la fuerza pero esa unión debe ser solvente y a la vez flexible, sencilla y, pasar desapercibida para el usuario.
Siendo así, la conjunción de ambos permitirá a la tienda hacer frente a cualquier pedido o sugerencia con la seguridad de acertar en el servicio que se ofrezca y, también y, muy importante, facilitará el crecimiento ordenado del negocio porque permitirá a la organización centrarse en satisfacer al cliente y en orquestar la evolución del negocio.