Inmersos como estamos en una segunda oleada, queda por saber si las pymes están preparadas para soportar esta nueva acometida del virus. El retorno “oficial” de las vacaciones, la vuelta al cole y la aceptación de esa nueva realidad de la que tanto hemos hablado en los últimos meses marca el inicio del mes de septiembre más atípico de todos los tiempos que recuerdo.
Lo hemos dicho muchas veces. La formación es clave para avanzar, en cualquier disciplina que puedas imaginar. El aprendizaje, el deseo de conocer, de descubrir, de probar, hace que avancemos en direcciones, muchas veces, inimaginables al comienzo, por ejemplo, de un proyecto.
Hablar de resiliencia es quedarnos cortos. Además de resilientes las pymes en España deberán aportar grandes dosis de creatividad y mucha, mucha, mucha innovación para flexibilizar, agilizar y conseguir la estabilidad y confianza que necesitarán para encarar la última parte de un año, que, tardaremos mucho en olvidar.
En este sentido, lo que parece más claro es que las pequeñas y medianas empresas deberán dedicar tiempo a analizar el impacto de la COVID en sus negocios, en sus estructuras, en sus plantillas, en sus estrategias, y, por supuesto, también en sus objetivos. La idea, en la mayoría de los casos -aunque como sabes, no me gusta generalizar- habrá que trabajar por la supervivencia y la continuidad de los negocios.
Hacer un análisis general, como digo, es muy complicado porque el modelo analítico y el resultado final dependerán no solo del tipo de empresa que lo haga sino también del sector en el que opere y de un montón de pequeños y grandes condicionantes más.
Ante tanta incertidumbre lo mejor es estar preparados para poder reaccionar de forma ágil lo antes posible. Share on XAhora bien, todas las empresas deberían realizar una evaluación de riesgos y planes de contingencia en función de los distintos escenarios posibles: situación sanitaria bajo control (improbable), rebrotes parciales que pueden afectar a zonas donde se desarrolla la actividad empresarial, segunda ola (sin tener claro cuáles son o serán las medidas que se tomarán desde el ejecutivo). Ante tanta incertidumbre lo mejor es estar preparados para poder reaccionar de forma ágil lo antes posible.
Para hacerlo con las mayores garantías de éxito posible, sería conveniente hacer una especie de “examen de conciencia”, un recorrido por los distintos aspectos de la empresa -negocio, personas, clientes, procesos, finanzas, …- que nos den información sobre el estado de situación, la evolución o involución que han experimentado y, sobre todo, que nos permita tomar decisiones más y mejor orientadas.
Hacerse las preguntas adecuadas forma parte del proceso y, por supuesto, ser honestos en las respuestas, será clave para llegar a las conclusiones que buscamos. Entonces, ahí van algunas de las cuestiones que debes plantearte para saber de dónde viene y hacia dónde va tu empresa:
Negocio
¿Cómo podemos garantizar la continuidad de la actividad?
¿Qué cambios podemos prever en nuestra industria, entorno y/o sector?
¿Qué novedades modificarán la actividad de la empresa?
¿Podemos encontrar nuevas fuentes de financiación?
¿Podemos garantizar la cadena de suministro a un precio adecuado?
¿Cuáles son nuestros proveedores críticos?
Personas
¿Cómo podemos garantizar la salud y el bienestar de nuestros equipos sin menoscabar la productividad y reforzando las plantillas?
¿Cómo podemos mejorar la formación y el crecimiento profesional de nuestros empleados?
¿Cómo proporcionar las herramientas y el conocimiento que necesitan para desempeñar sus funciones?
¿Cómo optimizar el rendimiento e impulsar el compromiso, la innovación y el aprendizaje continuo?
Clientes
¿Estamos preparados para asumir la pérdida sensible y/o significativa de clientes?
¿Cómo podemos poner al cliente en el centro aún en las situaciones más críticas?
¿Qué demanda el cliente y qué le podemos ofrecer?
¿Dónde están nuestros clientes? ¿Cómo les encontramos, cómo nos comunicamos y nos relacionamos con ellos?
¿Tenemos desarrollados los canales que demandan -ecommerce, por ejemplo-?
¿Nuestros clientes reciben la misma atención con independencia del canal desde el que actúen con nosotros?
¿Existen nuevas oportunidades de negocio en el nuevo escenario?
¿Qué tendencias se adivinan en nuestro entorno, sector, industria, …?
Procesos/Herramientas
El nivel de digitalización de las empresas ha sido determinante a la hora de abordar el teletrabajo durante el confinamiento. Un modelo laboral sobre el que se había teorizado mucho, pero que costaba trasladar a la realidad, hasta que, la misma realidad, lo hizo imprescindible. Metidos de lleno en esta segunda oleada, las preguntas que debemos hacernos en este sentido serían, entre otras, las siguientes:
¿Cómo podemos ser más ágiles, más eficientes y proporcionar mayor seguridad, al tiempo que competimos mejor?
¿Tenemos las herramientas necesarias y la infraestructura adecuada?
¿Qué tecnología, aplicativos, soluciones o herramientas nos han faltado?
¿En qué aspecto relacionado con la tecnología debemos mejorar?
¿Tenemos el conocimiento necesario para obtener el máximo rendimiento posible y acelerar el ROI de la tecnología que ya utilizamos?
¿Cómo conseguimos el equilibrio entre las necesidades a corto plazo -reaccionar y ser resilientes- y las necesidades a largo plazo -tener músculo y prepararse para el futuro?
Finanzas
En situaciones críticas, más que nunca, el área financiera debe trabajar en colaboración con otros entornos para obtener una visión sistemática del negocio. Para lograr que el área financiera cobre el protagonismo que merece deberá poder responder a estas preguntas:
¿Tenemos la información necesaria?
¿Cómo podemos salvaguardar la tesorería y equilibrar los balances?
¿Cómo podemos optimizar el flujo de caja?
¿Cómo minimizar la morosidad?
¿Necesitamos financiación? En caso afirmativo: ¿qué tipo de financiación es la más interesante?
¿Hay algún instrumento fiscal que me ayude a mejorar la liquidez?
En definitiva, la pandemia ha hecho que muchas pymes tengan que replantearse no solo el futuro, sino el día a día de sus negocios. Por eso, tener toda la información que puede afectar al desempeño de tu actividad te permitirá no solo trabajar con más garantías sino sobre todo analizar y entender dónde y cómo se puede mejorar. Si necesitas ayuda para buscar esas áreas críticas, para identificar nuevas oportunidades de negocio o, simplemente, de qué manera puedes implementar más agilidad y flexibilidad a tus procesos, llámanos. En Datisa somos expertos en ERP para pymes. Contacta con nosotros. Seguro que encontramos la manera de ayudar a tu negocio a través de la tecnología.