Antes de iniciar cualquier proyecto que implique un cambio sustancial en la organización, es necesario elaborar un diagnóstico certero de la situación de arranque. Sabiendo el punto de partida será mucho más fácil establecer unos objetivos realistas, definir los hitos y las etapas que se deberán ir cumpliendo y establecer quienes serán los responsables del proyecto o, de cada una de las fases del proyecto.
Si hablamos de transformación digital, – ¿a qué te parecía raro hablar de cambio y no mencionar nada sobre transformación digital? – este diagnóstico o análisis previo de la situación cobra una mayor relevancia si cabe. Cualquier estrategia de digitalización que planteemos en el seno de una pyme deberá ir precedida de un estudio previo y, al detalle, que determine exactamente, el nivel de madurez digital -o tecnológica, incluso- de la organización, las necesidades reales que presenta -no, tanto, las “pretensiones idílicas”- y las mejoras a conseguir con el proyecto en cuestión.
Antes de abordar cualquier cambio hay que hacer un diagnóstico
previo para analizar punto de partida, necesidades y objetivos Share on X
Con respecto a la elaboración de este análisis es importante discernir si estamos trabajando en un entorno B2B o B2C porque las herramientas y el soporte que se necesitan, por ejemplo, en el entorno comercial, serán diferentes. Los canales de comunicación y relación, incluso de fidelización, con los clientes y potenciales, también serán distintos en cada caso, aunque lo cierto es que, cada vez se apunta más a la omnicanalidad sin reservas.
En este caso, cuando se busque el diagnóstico certero habrá que estudiar qué herramientas tecnológicas tiene la empresa para valorar si son las adecuadas, si es necesario actualizarlas o directamente cambiarlas o qué tipo de inversión se necesita y, por supuesto, cómo se podría abordar ese desembolso económico.
En el siguiente vídeo Isabel Pomar, CEO de Datisa y Pablo Couso consultor senior de Datisa hacen un repaso aquello que se debe tener en cuenta para analizar las necesidades de una pyme, qué priorizar, qué poner en valor, qué dejar para el final, etc.
Como ves, tienen claro que la mayoría de las pymes han informatizado su entorno de contabilidad básico. Sin embargo, han dejado en el aire un montón de áreas que son estratégicas para la sostenibilidad y crecimiento de su negocio. Entre esos entornos críticos para la evolución de la pyme, destacan la contabilidad analítica, la tesorería o el inmovilizado que proporcionan una información enriquecida para facilitar la toma de decisiones.