El software es, hoy por hoy, uno de los principales objetivos estratégicos para las organizaciones, también para las pymes ya que, sus procesos más importantes y, por tanto, su competitividad y supervivencia, dependen en gran medida del funcionamiento óptimo del software que empleen.
En este sentido es necesario que tomen conciencia sobre la importancia que tiene la calidad del software que emplean, en el caso de que se trate de cliente -empresas receptoras de software- o en el caso de que sean proveedores -empresas fabricantes de software-. En este último caso, la calidad del software debe ser uno de los procesos sobre los que impactar activamente antes de lanzar un nuevo sistema al mercado.
Por otro lado, para que cualquier proyecto o iniciativa tecnológica tenga éxito, es imprescindible garantizar la calidad del software. Aplicar técnicas de gestión de calidad a los proyectos de software ayuda a terminarlos con éxito en el tiempo previsto y con los requisitos solicitados por el cliente. Por lo tanto, creo que gestionar y mantener actualizada la calidad del software es imprescindible para cualquier iniciativa de este tipo.
Beneficios reales y tangibles
Lo primero que conseguimos revisando la calidad del software es asegurarnos de que sigue respondiendo en tiempo y forma a los requisitos que plantea el cliente. Hay que tener en cuenta que el entorno cambiante en el que nos movemos hace que las necesidades y los requerimientos vayan cambiando, a veces, de una manera muy rápida. El hecho de disponer de mecanismos que faciliten la actualización de la calidad del software ayuda a que este acompañe, de verdad, a la organización en su evolución, ya sea expansiva o reductiva.
Garantizar la calidad del software beneficia a proveedores
y a usuarios, por eso es importante establecer protocolos y
proteger el entorno -infraestructura, redes, etc. Clic para tuitear
Por otro lado, creo que es importante también saber que el software que soporta la mayoría de los procesos vertebrales de una organización cumple con los más altos estándares de calidad exigidos por la industria. Es una manera de “proteger” el funcionamiento de la compañía, pero también, y más importante, con los datos que maneja. También, evidentemente, con el cumplimiento normativo. Sí. La seguridad en este aspecto juega un papel determinante.
Desde luego, la seguridad es clave para concienciarse respecto al mantenimiento y actualización de la calidad del software. Pero, como decía antes, es importante mantener el foco puesto en la mejora continua y en la adaptación permanente a nuevas necesidades que vayan surgiendo. Las empresas son entes “vivos” y, por lo tanto, la tecnología que soporta sus procesos y sus operaciones también debe serlo. Es decir, las organizaciones deben apoyarse sobre soluciones que apuesten, también por la mejora permanente, la revisión constante y la mejor calidad posible. Siempre, eso sí, con la mirada puesta en el cliente/usuario que debe ser la prioridad.
Establecer protocolos y actuar
Entonces, además de la seguridad, es decir, detectar y neutralizar cualquier brecha de seguridad que pueda presentar el software, también es importante garantizar la eliminación de posibles errores de concepto del programa en cuestión. Los proveedores más avanzados implementan unos procesos de testing muy exhaustivos, pero, al final, el desarrollo del software se lleva a cabo en un “laboratorio”, la “prueba final” está en manos del usuario que puede encontrar usos y combinaciones a veces inusuales que requieren una revisión o modificación.
Lo más importante de todo, es, primero, establecer procesos de buenas prácticas para garantizar que los procesos de calidad del software son excelentes y, por otro, definir protocolos de actuación para atender y solventar cualquier incidencia que pueda producirse.
Ahora bien, hay que tener en cuenta algo muy importante, y es que la calidad del software no solo tiene que ver con el propio software sino con el entorno en el que este funciona. Hablamos de un sistema complejo, Redes, infraestructuras, sistemas de protección, etc. que pueden condicionar también el funcionamiento del software. Por eso, cuando hablamos de calidad del software, en realidad, estamos hablando de calidad alrededor de todo lo que tiene que ver con ese software. Por lo tanto, los beneficios también se extienden a todo ese entorno.
En todo caso, al final, de lo que se trata es de proporcionar al cliente la mejor experiencia posible y, para lograrlo, adquirir el compromiso de mejora permanente siempre es estratégico. Por lo demás, como decía antes, el software es un sistema complejo que abarca no solo el software en sí, sino todo el entorno sobre el que funciona. A veces es difícil distinguir si se tiene un problema de programación o es un problema del entorno (fallos en la Red, por ejemplo). Muchas veces es el proveedor el que se encarga del mantenimiento y del soporte de las redes, del servidor, del sistema, … especialmente si hablamos de entornos cloud, si todo está perfectamente actualizado, conservado, mantenido, etc. hará que haya menos problemas y facilitará que el software corra correctamente.