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Soluciones de tesorería para respaldar la liquidez de las Pymes

Tabla de contenidos

La tesorería

La gestión de la tesorería sigue siendo una de las áreas empresariales en las que el potencial de las nuevas tecnologías aún está desaprovechado.

El argumento, por regla general, apunta a que se trata de una preocupación más para las grandes cuentas con un volumen de recursos financieros elevado, que para las Pymes.

Nada más lejos de la realidad, pues, las pequeñas y medianas empresas trabajan también con dinero por lo que deberían apostar por obtener un mayor rendimiento del mismo, más aún cuando, esto no precisa de ningún esfuerzo adicional.

Solventar el problema de la financiación

Alguno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas a día de hoy, es el de la financiación.

Las entidades bancarias han endurecido sus condiciones de acceso a los préstamos y las peticiones de los mismos, se analizan con lupa, atendiendo sobre todo a factores de riesgo y rentabilidad.

Para conceder un crédito, los bancos necesitan un Plan de Viabilidad convincente, mientras que en el plano económico-financiero, es obligatorio, como mínimo, presentar las previsiones de tesorería, el balance y la cuenta de resultados.

El hecho de contar con programas de gestión de la tesorería facilita mucho las cosas porque permiten realizar previsiones de cobros y pagos, teniendo en cuenta el análisis, la clasificación y la selección por deudores/acreedores, bancos, vencimientos, etc.

Estas soluciones informáticas ayudan además a realizar simulaciones con los préstamos que ofrece la entidad financiera y a analizar después si las condiciones propuestas por la misma, son interesantes o no.

La gestión eficaz de la tesorería, más necesaria que nunca

Por otra parte, estos programas también aportan el conocimiento oportuno de las faltas y excedentes de tesorería en las distintas cuentas bancarias de la empresa, de modo que es más fácil evitar los descubiertos y el pago innecesario de comisiones.

Evitar el conocimiento tardío del saldo agregado, es otra de las múltiples ventajas que ofrecen las soluciones de gestión de la tesorería.

Este hecho facilita la información necesaria siempre a tiempo, sobre las necesidades de financiación de la compañía y ayuda a comparar las distintas opciones disponibles y las mejores condiciones a su alcance.

Pero además, estas soluciones también son muy útiles cuando los responsables de la compañía se plantean alguna inversión, pues facilitan el conocimiento exacto de los excedentes de tesorería y la elección del producto y período idóneos.

Hacer frente a los impagados es otra de las grandes cuestiones, cruciales a las que deben enfrentarse las Pymes, más en estos momentos en los que un problema de esta índole puede dar al traste con la estabilidad de la compañía.

En este sentido, la aportación de las soluciones de tesorería se centra en evitar que el número de impagados aumente.

Para ello facilita su control, proporcionando información fiable sobre qué clientes deben dinero, desde cuándo y en qué cuantía.

Además, automatizan las reclamaciones de cobro, así como una serie de acciones paralelas como pueden ser informes de los gastos aplicados por el banco a causa de la devolución, asiento contable automático reflejando la nueva situación, etc.

Gasto o rentabilidad, el gran dilema

Las soluciones de tesorería, por lo tanto, ofrecen a las pequeñas y medianas empresas unas funcionalidades más útiles que nunca.

Aún así, la respuesta de muchas de ellas al plantearse su adquisición es “no es el momento de gastar”.

Y es que, la identificación de la compra de programas o equipos con un gasto, y no con una inversión, influye claramente en la toma de la decisión en base al precio final y no en función de la rentabilidad que dicho producto aportaría al negocio.

Aún así, es importante señalar que el período medio para la recuperación de la inversión realizada en una solución de este tipo, según la experiencia del mercado, suele ser  inferior a los tres meses.

Conclusión

En este sentido, una pequeña reflexión para terminar.

El fin último de la actividad empresarial es el beneficio y éste se puede mejorar, no sólo impulsando la actividad comercial, sino también poniendo en marcha las herramientas necesarias para gestionar mejor el dinero y sacarle un mayor rendimiento.

Hoy, las soluciones de gestión de la tesorería son una de las fuentes más seguras para la mejora sostenible de la competitividad.

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