Nada de lo que hacemos en 2020 es convencional. Nada de lo que estamos viviendo, ni en el plano profesional, ni económico, ni social, ni personal, … nada, es ni siquiera parecido, a la forma de actuar de años anteriores. Tampoco este mes de agosto está siendo un mes típico. Aunque, la mayoría del país está de vacaciones, lo cierto es que ni el turismo, que este año perderá cientos de miles de millones de euros, ni el resto de los negocios que sortean como pueden la crisis, están viviendo unas semanas de relax.
Sin embargo, teniendo en cuenta que esta situación será transitoria pero que habrá que convivir con ella, todavía algunos meses más, es importante que las empresas y sus responsables, sigan manteniendo alto el ánimo y, sobre todo, que sigan buscando el modo de seguir siendo operativos, rentables y eficientes. El verano es un buen momento para buscar nuevas fórmulas que permitan impulsar estrategias de cara a la consecución de los objetivos y, por supuesto, con la mirada ya puesta en el último cuatrimestre del año.
Es cierto que las previsiones que se hicieron al final del ejercicio anterior han tenido que ser revisadas, e, incluso, replanteadas, casi de manera permanente, debido a la situación que estamos viviendo en el mundo. Por eso, estas vacaciones de verano, en las que la mitad del país dejará aparcadas sus salidas, mientras que la otra mitad, mira con recelo las noticias de última hora sobre la pandemia y las nuevas restricciones que implicará, serán también unas vacaciones atípicas.
Pero, seguramente, el mes de agosto será, para muchas pymes y sus responsables, un punto de arranque para identificar nuevas oportunidades comerciales y plantear nuevos enfoques de gestión que permitan salvar un año de lo más complicado. Para hacerlo, sin perder el foco en la importancia que tiene el descanso, la desconexión y la salud, se me ocurren algunas recomendaciones que quizá puedan ayudarte a seguir vinculado al negocio sin el estrés que implica la conexión permanente al trabajo:
- Puedes controlar el negocio a distancia accediendo por la mañana o al final del día a los indicadores clave de tu negocio. La nube y las aplicaciones en cloud, los dispositivos móviles y las redes de conectividad de alta velocidad componen el entorno perfecto para que, con un solo click, puedas acceder a datos, informes o cuadros de mando relevantes. Quizá solo te lleve 5 minutos. Así, el resto de la jornada podrás disfrutarlo alejado de pensamientos sobre incertidumbre o inestabilidad empresarial. El verano, aun atípico, sigue siendo verano. Y es tu tiempo de descanso. Debes aprovecharlo para dar lo mejor de ti en la recta final del año que promete ser “movidita”.
- Establece una horquilla de tiempo en la que enviar y recibir correos profesionales. Es posible -en el contexto de una pyme, es incluso habitual- que los directivos sigan vinculados al negocio, incluso estando de vacaciones. Un pequeño empresario o el responsable comercial de un pequeño negocio o su director financiero, no se quitan el traje de “responsabilidad” de un día para otro porque el calendario marque el 01 de agosto. Esto no quiere decir que, incluso de vacaciones haya que estar pensando en el trabajo. Pero sí que es importante establecer un protocolo de actuación que permita, por un lado, identificar quienes harán determinadas funciones mientras sus responsables están de vacaciones. Y, por otro lado, que permita la comunicación en caso de urgencia, con el responsable, en un momento concreto.
- Antes de irte diseña planes de contingencia para poder irte más tranquilo. Es una de las grandes lecciones que hemos aprendido de esta crisis. Aquellas empresas que contaban con lo que comúnmente se conoce como un “Plan B” han podido responder mejor a las disrupciones del momento. Para el verano, también es importante tener ese plan de contingencia en el que, ahora más que nunca, se recojan escenarios casi imposibles de prever. Quizá no se produzca una hecatombe – o, quizá sí, nunca sabe dónde nadan los cisnes negros– pero, por si acaso, es buena idea diseñar un plan de actuación que permita actuar con rapidez y seguridad en caso de conflicto.
- Tecnología y cultura corporativa es el tándem perfecto para disfrutar de las vacaciones típicas o atípicas sin tener la sensación de que pierdes el control sobre tu negocio. No solo tecnología, así, en general, sino tecnología concreta, por ejemplo, ERP que proporcionan información, automatizan procesos, actualizan datos, etc. sistemas que, en general, hacen que la empresa siga funcionando aún cuando sus responsables están descansando. Sistemas que han permitido, alojados en la nube, operar en remoto cuando las circunstancias han obligado a hacerlo. Pero también, una cultura corporativa en la que primen valores propios de la gestión colaborativa y transparente. Principios que apunten a la elasticidad, a la agilidad y a la velocidad.
En definitiva, en época de vacaciones, incluso, en estos tiempos que corren en los que el verano es como menos verano y el descanso menos placentero, es importante, primero de todo desconectar y protegernos. Eso, lo primero de todo. Y, lo segundo, aprovechar para ser más creativos. Buscar nuevas fórmulas, quizá más alejadas de los planteamientos convencionales, para lidiar con un entorno que, de convencional, tiene más bien poco.
En todo caso, si quieres, a la vuelta contacta con nosotros. Podemos ayudarte a cambiar el rumbo.