Los ERP dan soporte a procesos críticos dentro de una organización, por lo que su actualización es imprescindible. Estas herramientas facilitan la toma de decisiones estratégicas, proporcionan una visión global del negocio e impulsan la colaboración entre los diferentes departamentos.
La actualización del ERP es imprescindible. Las pymes que disponen de un ERP para gestionar sus procesos, son conscientes de las múltiples ventajas que ofrecen estas herramientas. Pero, con demasiada frecuencia, sucumben a la tentación de trabajar con aplicativos desactualizados y, poco, operativos ya que, en tecnología el paso de 6 ó 7 años puede ser demasiado tiempo. También en el ámbito de los negocios. Las empresas pueden haber desarrollado nuevas líneas de negocio, o haber abandonado determinados mercados, van surgiendo nuevas regulaciones, nuevos competidores que exigen establecer otras estrategias diferentes, en fin,… pueden pasar tantas cosas que es necesario disponer de un ERP moderno y actualizado que facilite las respuestas necesarias a tiempo y con total seguridad.
Los desarrolladores de software van introduciendo regularmente, nuevas propuestas como cloud, movilidad, analíticas o capacidades sociales, que mejoran el funcionamiento del ERP y, con ello, el de las organizaciones que lo utilizan. Pero no todas las empresas introducen esas mejoras y dejan que sus aplicativos envejezcan, perdiendo la oportunidad de optimizar significativamente su negocio.
“Refrescar” con nuevas versiones o con las actualizaciones que los fabricantes presentan regularmente –y gratis si se utiliza el ERP en modo SaaS- permite a las empresas beneficiarse de los avances de la tecnología y aplicarlos, para acelerar el rendimiento y la eficiencia del negocio.
Actualizar un ERP evita la sustitución del mismo antes de tiempo porque impide una de las principales causas que llevan a cambiar de solución y que no es otra que la obsolescencia de la tecnología. Es decir, que los aplicativos que son regularmente actualizados van incrementando sus funcionalidades, alineándolas con las necesidades del mercado. De este modo, se consigue que el ERP refleje y responda a los requerimientos más comunes del entorno. Por supuesto, hablamos también de facilidad de uso, de capacidad de integración y de agilidad.
Es importante que el ERP sea capaz de adaptarse a los cambios que experimentan las empresas y, en este sentido, a medida que los desarrolladores de ERP actualizan sus aplicativos con nuevas versiones, por regla general se van incorporando nuevas mejoras que incluyen también la adaptación y soporte a, por ejemplo, nuevas normativas de cumplimiento obligatorio o, incluso, voluntario.
Actualizar un ERP implica que su uso será mucho más funcional, que realmente aportará las ventajas que se espera de él –a lo largo del tiempo- y dará lugar a una herramienta escalable y. mucho más flexible.