3 razones por las que cambiar tu ERP

Reducción de costes operativos, mejora de la comunicación interdepartamental porque todos dispondrán de información operativa y relevante, son algunas razones que justifican el uso y/o evolución del ERP en las pymes.

Son muchas las razones que justifican que una pyme confíe en un ERP para mejorar la gestión de su negocio. Y también hay motivos de peso que evidencian la necesidad de evolucionar sistemas obsoletos, no solo para optimizar la gestión de unos procesos, más o menos, informatizados, sino para automatizar el funcionamiento de una empresa que, en un entorno en constante evolución, de otro modo, estaría en permanente riesgo de perder competitividad.

Pasar de las hojas de cálculo a trabajar con una solución tecnológica, es todo un avance. Si habláramos en términos de velocidad, diríamos que es como pasar de 0 a 100 en pocos segundos. Más exactamente, al alcance de un “click”. Ahora bien, muchas empresas se han quedado en ese gran salto del nada al todo. Pero ese todo, a la vuelta de los años, ha cambiado radicalmente. Y lo que antes era puntero, hoy es simplemente, una solución de emergencia.

Actualizar sistemas que se han quedado obsoletos, permitirá reducir los costes en todos los sentidos. ¿Por qué? La respuesta es bastante sencilla, por la evidencia que supone el hecho de que, si las tareas se pueden hacer más rápido, con más seguridad, con menos recursos y con la certeza de que, se obtienen datos relevantes y 100% fiables, la toma de decisiones será, lógicamente, más fácil y certera. De hecho, según el comparador de software para empresas, SoftDoit, en la 5ª edición de su estudio  “Estado actual y futuro del software en España en 2017”,  realizado en colaboración con la ATI (Asociación de Técnicos de Informática, el 80% de las empresas españolas ya tiene implantado un ERP.

Todos los departamentos se pueden ver, felizmente afectados si se maneja y comparte información que afecta al sistema operativo y estructural del negocio, porque, esa información, será la pista que seguirán los responsables de área para invertir o contraerse financieramente, para apostar por nuevos mercados o retirarse de determinadas áreas, para desarrollar nuevas líneas de negocio o cerrarlas si no aportaran los beneficios que se espera de ellas, para analizar clientes -su rentabilidad, su viabilidad- o proveedores -los más caros/baratos, los más rápidos/lentos, los que generan más /menos incidencias…

Por otro lado, no parece muy lógico, que en un momento en el que la transformación digital está modificando la forma en la que nos comunicamos o nos relacionamos o compramos, en definitiva, la manera que tenemos de entender el mundo, el entorno laboral siga, en muchos casos -a veces como el mal menor- operando con soluciones basadas en sistemas operativos antiguos, con funcionalidades escasas y lentas o con bases de datos desactualizadas y, a veces, inaccesibles.

La digitalización de la sociedad exige -y, creo que está actuando como efecto tractor- una digitalización también en el entorno de la empresa, incluidas, -si o si- las pequeñas y medianas. Porque ya no sirve tener email o página web o alguna solución más o menos “tecnológica”, hoy el cliente exige que las empresas sean accesibles, sean transparentes y ofrezcan respuestas inmediatas. Sobre esto, puedes echar un vistazo al post “De la informatización de las pymes a su digitalización a través del ERP”..  En todo caso, como decía, para dar respuesta a esas nuevas demandas que exigen  a las empresas, clientes, proveedores Administración, y, en definitiva, la Sociedad en general,, un ERP moderno, avanzado y actualizado propone un modelo de trabajo más dinámico, más competitivo y mucho más eficiente.

Por lo tanto, si tu empresa no dispone de una solución de gestión para el día a día, te recomiendo que busques una, lo antes posible. Y, si ya está informatizada, te recomendaría que revisaras los sistemas y los evolucionaras para orientarlos al futuro digital que nos espera.