Por qué te gusta esta música y no otra, por qué has visto tantas veces una determinada película o por qué prefieres la montaña a la playa, … pueden ser simplemente preferencias o tal vez, se trata de actividades que se adaptan a tu particular forma de ser. Ayer fue San Valentín y, mientras unos se debatían entre comprar perfumes o bombones, yo pensaba en el siguiente módulo que quiero implementar de mi ERP. ¿Seré frívola?
Es así de sencillo. San Valentín siempre ha sido para mí una fecha marcada en las agendas de las grandes superficies comerciales. Desde hace unos años, también en la de las grandes plataformas de eCommerce. Ayer San Valentín me tenía preparada una cita. Sí. Comercial. Pero cita, al fin y al cabo. Y yo, no podía parar de pensar una y otra vez en cómo tengo estructurado mi departamento financiero o en cómo optimizar aspectos como la contabilidad analítica, la tesorería, o el inmovilizado.
Aunque, a decir verdad, esto lo tengo bastante controlado. Ahora, mi siguiente paso será tratar de convencer a la gerencia para que me de el visto bueno a la implementación del módulo de Gestión Comercial. ¿Será el momento? Explicar las mejoras estructurales y operativas que supondría la implementación del nuevo módulo, acompañando mis explicaciones de diferentes fórmulas de financiación, debería ser suficiente. Aunque, cuando se trata de pedir, cuántos más argumentos tengamos a nuestro favor, mejor.
Cuatro razones por las que quiero a mi ERP Share on X
Y yo, la verdad, es que tengo muchos motivos para querer a mi ERP y, por lo tanto, para seguir ampliando mi relación con él. Te cuento algunos:
Intercambio de información
Intercambiar información de una manera sencilla y sobre todo segura, con cualquier persona que opere en cualquier área de la compañía me permite tener una visión global de lo que sucede a mi alrededor y, sobre todo, me permite ver cómo impacta lo que yo hago en otros entornos. La información fluye con rapidez, agilidad y fiabilidad. Mi ERP es un sistema integrado de información con el que trabajar desde cualquier área funcional. Es un sistema inteligente que me facilita la toma de decisiones a todos los niveles. La información que manejo se basa en el dato único así que no tengo que preocuparme porque el dato pueda estar repetido, desactualizado o equivocado. Puedo analizar la información y ponerla en valor.
Procesos eficientes
Pues sí. Me gusta mi ERP porque me permite hacer más en menos tiempo y con menos recursos. Puedo automatizar tareas que son repetitivas y que me aportan poco valor. Así mi departamento es más eficiente y eso, creo que repercute muy positivamente en el crecimiento y sostenibilidad del negocio. Las personas que trabajan en mi departamento estamos más orientados a aportar valor que, simplemente a ejecutar las tareas. Cuando gestionas de un modo efectivo y eficiente los recursos se mejora la productividad de la empresa. En la gestión eficiente también tiene que ver el hecho de disponer de información centralizada a la que es posible acceder en cualquier momento de una manera sencilla y segura. Sin islas de datos es más fácil, no solo el acceso a la información, sino también el entendimiento de la misma.
Cumplir con las normas
Cuando se trata de relacionarte con la Administración, cuanto más clara esté la información, mejor. Hoy la Administración exige a las pequeñas y medianas empresas una gestión telemática en la presentación de la mayoría de las Declaraciones y requisitos fiscales e impositivos. Mi ERP me hace mucho más fácil la tarea de cumplimentar con todo lo que exige la Ley, en tiempo y en forma. Cumplimento los documentos y los presento a través de Internet. Y, además, de cumplir los plazos, termino con la tranquilidad de saber que no hay posibilidad de error. Todo está cuadrado al milímetro. Al céntimo, mejor dicho. Todo cuadra hasta el último céntimo. Y, sí, cumplir con la normativa vigente no me genera estrés. Cuando digo normativa me refiero en materia de seguridad, contabilidad, fiscalidad, etc. Pero no solo hay que en pensar en el “aquí y ahora” sino que mi ERP se actualiza, incorporando las nuevas funcionalidades que precise para hacer frente a cualquier cambio que proponga la Administración.
Visión a futuro
Yo creo que en las empresas hay que tratar de innovar, siempre. Y que hacer las cosas de siempre como siempre, no suele aportar grandes beneficios. Sin embargo, mi ERP me permite trabajar de una manera mucho más ordenada, me ayuda a encontrar nuevas fórmulas de trabajo más eficientes. Y, lo más importante para mí, me proporciona una visión a futuro no solo de lo que puede llegar a ser mi departamento, sino mi empresa al completo porque puedo planificar y proyectar en el medio y largo plazo. Puedo elaborar presupuestos y analizar los resultados. Tengo toda la información que necesito para desarrollar planes de acción y comprobar cómo, cuándo, dónde y por qué se producen las desviaciones. Y eso me ayuda a establecer los mecanismos de “defensa” para actuar con suficiente margen en caso de que se produzcan -o piense que se van a producir- determinadas situaciones potencialmente peligrosas.
En fin, hay otras muchas razones por las que me gusta trabajar con un ERP. Perdón, con mi ERP, porque no todos son iguales. El mío es flexible, dinámico, modular, integrador y muy, muy, muy fácil de usar. Pero, igualmente, aunque con retraso, creo que voy a replantearme la idea de comprar un perfume y poner una bonita dedicatoria. En casa me miran rarooooo!!!!