Gestionar el cambio es un imperativo en las pymes
El cambio que imperativo que toda pyme debe hacer.
Muchos proyectos tecnológicos, incluida la implantación de un ERP, corren el riesgo de fracasar por ignorar el impacto del cambio en la plantilla. No se trata solo de un cambio organizacional.
Es también un cambio personal que saca a los empleados de su zona de confort porque tienen que modificar la forma en la que hacen las cosas. El cambio también afecta a cómo percibe cada uno su contribución a la compañía. Es posible que se necesite formación.
Y, en términos generales, puede que, momentáneamente, la gente se sienta “desubicada”. Por eso, no nos engañemos: el cambio en las pymes ni es fácil ni es divertido.
El cambio imperativo organizacional tiene un impacto profundo lo que hace que, muchas veces, se genere una resistencia férrea sobre cualquier transformación. La cuestión es cómo abordar esa resistencia en el entorno de la pyme, más aún, en un contexto de crisis tan profunda como la que estamos viviendo.
Teniendo en cuenta que el cambio experimentado estos últimos meses ha sido tremendamente disruptivo para el status quo de cualquier organización, el liderazgo en la gestión del cambio ha sido determinante para acompañar a todos los empleados a lo largo del proceso.
Es cierto que, la COVID-19 ha introducido cambios drásticos que han implicado, a su vez, una transformación inmediata de muchos procesos. Una transformación profunda, incluso, de muchos negocios que han tenido que cambiar incluso sus modelos operativos en pocos días.
Sea cual sea el motivo del cambio, lo cierto es que aquellas organizaciones que tienen una cultura de mejora continua están más y mejor preparadas. En todo caso, se me ocurren algunas recomendaciones que pueden ser clave para ayudar a las empresas a vencer la resistencia al cambio.
LA IMPORTANCIA DE LIDERAR
Es importante articular el cambio de una manera clara, consistente y sencilla. Hay que compartir la visión y los objetivos del cambio con todos los implicados y vincular sus efectos a la estrategia corporativa.
Se trata de presentar la adopción de los nuevos procesos y de la tecnología que se implantará como elementos claves para alcanzar el éxito. No solo el de la compañía, también el éxito de las personas que la componen.
Un buen líder es aquel que comprende la trascendencia del cambio y toma consciencia sobre la necesidad de comunicarlo adecuadamente. La plantilla podrá cuestionar la necesidad de cambiar. Está claro el cambio imperativo.
Siempre habrá quien piense que, si algo funciona más o menos bien, no hay razón para modificarlo. O quienes teman por sus puestos o por su visibilidad dentro de la organización.
Por eso, es importante comunicarse estratégicamente con los empleados. Será más probable que comprendan la necesidad y se reducirán las probabilidades de resistencia.
COMUNICAR CON FRECUENCIA
Los equipos tienen que saber lo que deben esperar. También deben conocer los tiempos. Es decir, cuando se producirá el cambio.
Y, por supuesto, qué se necesita de la gente y qué canales o vías de comunicación existen para hacer preguntas o proporcionar y recibir comentarios sobre el proceso.
La honestidad y la claridad en las comunicaciones son claves.
Eso sí, centrarse solo en el teléfono o el correo electrónico no es suficiente. En estos momentos, las reuniones personales están bastante limitadas, pero convocar encuentros virtuales, tanto individuales como departamentales, también puede funcionar.
Siempre que se aborden los temas de manera directa y abierta.
Además de la frecuencia y la claridad es estratégico determinar los interlocutores adecuados. Identificar a los verdaderos “influencers” de la compañía e impactar sobre ellos, puede ser determinante para impulsar o no el cambio.
NO PERDER DE VISTA A LA RESISTENCIA
Buscar el apoyo de las personas más incluyentes está bien. Pero, quizá sea más importante aún, identificar los puntos de resistencia.
Cualquier transformación comercial o, como decía antes, la implementación de una tecnología, como puede ser un ERP, supone un cambio importante.
Impactan sobre la organización y de ellos se espera importantes beneficios. Hablamos de unas ventajas que no se pueden comprometer solo por la resistencia de unos cuantos.
Por eso, es importante saber dónde están los detractores y mostrar con claridad la necesidad del cambio.
Nuevamente, hay que ser claros, honestos y directos. Contar con el apoyo de un socio tecnológico, por ejemplo, durante la implantación de un ERP ayuda a las organizaciones, especialmente a las pymes, a diseñar y desarrollar un plan de gestión del cambio.
Con el acompañamiento adecuado será más fácil hacer que los más reacios al cambio comprendan sus beneficios. También los inconvenientes para el proyecto y, para el futuro del negocio, si continúan con su resistencia.
DELEGAR RESPONSABILIDADES
La mayoría de las veces, si das responsabilidad a la gente, obtienes compromiso. Sin embargo, la micro-gestión hace que la gente se acomode. Y, también, que se revele. Por eso, es importante hacer que la gente se responsabilice de sus tareas.
Pero también, que sean responsables sobre lo que implica contribuir a impulsar el cambio, ser partícipes de la transformación o quedarse fuera del proyecto.
Dedicar tiempo para establecer objetivos y metas individuales y documentar los beneficios, con datos medibles es clave para que todos participen en el plan.
En definitiva, diseñar un plan para neutralizar la resistencia al cambio es casi tan importante como la implementación del propio cambio. Por eso, siempre hay que estar alertas a las señales que pueden indicar cualquier punto de fricción: ausentismo, bajo rendimiento, conflictos laborales, etc.
Si no se toma conciencia de estas posibles brechas y se adoptan las medidas necesarias, el cambio puede verse comprometido. También los beneficios que la organización espera obtener.
Si estás pensando que tu organización necesita implementar un cambio tecnológico, apoyado sobre una plataforma de gestión ERP, podemos ayudarte en todo el proceso. Puedes contactar con nosotros aquí.