Todo el mundo habla de las ventajas del Cloud Computing, pero en la práctica, muchos siguen desconfiando de él”
Hace casi dos años, en septiembre de 2012, la Comisión Europea adoptó lo que conocemos cono Estrategia Europea de Cloud Computing con la que se pretendía habilitar y facilitar la adopción de las tecnologías Cloud Computing en todos los sectores de la economía como palanca de productividad, crecimiento y empleo.
Desde entonces a esta parte, tanto en Europa como en España, bueno, y en el resto del mundo, se han hecho grandes avances al respecto. No en vano, si revisamos los documentos de predicciones o tendencias TIC elaborados por las grandes consultoras como IDC, vernos que el incremento del gasto en la Nube por parte de las empresas en estos últimos dos años, junto con las inversiones en tecnología Big Data y el auge de las redes sociales, se han convertido en las grandes referencias de los avances TIC en el ámbito empresarial.
Sin embargo, el nivel de confianza en aspectos como la seguridad, la capacidad o la calidad del servicio, es puesto en duda con demasiada frecuencia por quienes “en teoría” deberían ser los impulsores de una tecnología que, sin darnos cuenta, llevamos años utilizando. Muchas empresas siguen poniendo pegas al Cloud Computing por temor a depositar en manos ajenas, datos que son estratégicos para su negocio y cuestionan, en ocasiones, aspectos como la funcionalidad o la calidad del servicio, cuando en realidad, ellos mismos se benefician en su día a día de las múltiples ventajas que aporta, sin reparar en estas cuestiones, que dicho sea de paso, son estratégicas.
Los puntos de conflicto
A las razones que esgrimen quienes cuestionan las ventajas del Cloud Computing relacionadas con los niveles de seguridad “mediocres”, la baja calidad del servicio y la funcionalidad escasa, se unen algunas otras críticas que tienen que ver con los costes elevados y con la larga duración de los proyectos. Sin embargo, si analizamos paso a paso cada una de estas cuestiones, vemos cómo la realidad responde de manera contundente a estas creencias que no por ser erróneas, dejan de tener un gran peso en los procesos de implantación tecnológica.
Como proveedores de soluciones ERP para pymes nos hemos encontrado muchas veces con empresas que cuestionan la tecnología Cloud, simplemente por el hecho de no ser la convencional y ponen reticencias a todas y cada una de las múltiples razones positivas que harían recomendable su uso. Otras, sin embargo, se muestran más receptivas a todo lo que implique una evolución y, en consecuencia, una mejora en sus niveles de servicio a sus clientes.
Sea como fuere, creo que es interesante dejar claro primero, que el Cloud Computing es seguro y que ofrece una calidad de servicio imponente siempre y cuando, eso sí, hablemos de proveedores con experiencia constatada, capaces de proporcionar los estándares de seguridad física y lógica más exigentes del mercado y que, por escrito, de forma contractual, especifiquen los detalles del suministro, niveles de servicio (SLA), de protección de los datos y las diferentes garantías que ofrecen. De este modo, el Cloud Computing será capaz de aportar a las empresas todo aquello que en realidad ofrece, es decir, flexibilidad de uso, accesibilidad a los servicios y soluciones, movilidad, garantías de seguridad, posibilidad de escalar funcionalidades, sostenibilidad en las inversiones ya que desaparecen las grandes sumas iniciales y los costes encubiertos, etc.
En definitiva, como decían nuestros abuelos, “el movimiento se demuestra andando” y son las empresas las que tienen que empezar a andar con paso firme y seguro una senda que sin duda, está abriendo las puertas a una nueva forma de hacer y entender la tecnología aplicada a los negocios. A partir de ahora, todo lo que queda es seguir mejorando.