La tecnología hace mucho tiempo que ha dejado de ser solo cosa de hombres. Hoy nos encontramos con grandes empresas tecnológicas lideradas por mujeres. Pilar López, Presidenta de Microsoft, Fuencisla Clemares, Directora General de Google o Marta Martínez, Presidenta de IBM son solo algunos ejemplos.
La participación femenina en los departamentos tecnológicos y, también, en los entornos de gestión y dirección, es decir, donde se toman las decisiones importantes, también se ha incrementado. Sin embargo, la brecha salarial sigue siendo significativa y los escollos para conciliar la vida profesional y personal, así como los famosos techos de cristal, siguen estando aún, más presentes de lo que nos gustaría.
Sí. Hoy estoy reivindicativa. Es mi día, como el de tantas otras mujeres. Al menos, el 08 de marzo es nuestro Día Internacional de la “pataleta”. Gracias a Datisa que me permite a través de este Universo ERP mostrar lo maravilloso que es ser una mujer y trabajar en un entorno como el tecnológico, dirigido mayoritariamente por varones.
Datisa lo sabe bien pues es una compañía dirigida por una mujer, en la que se practica la filosofía de la inclusión, de la participación y del intercambio. ¡Fuera prejuicios!, dijo hace ya más de 30 años cuando incorporó a sus filas como Directora Comercial a Isabel Ballesteros. ¡Viva el coraje! Por ambas partes. Por la compañía al jugársela otorgando tanta responsabilidad a una mujer, durante muchos años, la única en el sector. Y, por la propia Isabel, por aceptar el reto en una España post franquista en la que negociar precios, condiciones, contratos, etc. en un entorno de hombres era casi ciencia ficción.
Pero se ganó el respeto. Y su trabajo lo certificó con cifras y con resultados. Y, sin darse cuenta, abrió las puertas a otras muchas mujeres, no solo en su organización, sino en el entorno, en el mercado en general. Fue precursora y, hoy, mi post, no puede sino rendirle homenaje.
Isabel Ballesteros hace años que se retiró de la vida profesional, pero pasó el testigo de su conocimiento y de su arrojo a otras mujeres que hoy asumen puestos de responsabilidad dentro de la compañía y que se han convertido en la cara visible de una empresa que, apuesta por el negocio, sí, pero también por la igualdad de oportunidades y por el compromiso en cuestiones tan trascendentales como la integración y la conciliación.
Día Internacional de la Mujer para reivindicar
la tecnología en femenino Share on X
Hoy es el Día Internacional de las Mujeres, que no, el Día Internacional sin Hombres. Porque reivindicar nuestra posición, nuestros Derechos, no tiene nada que ver con menospreciar el trabajo de los hombres. Titulo este post “Tecnología en Femenino” porque durante muchos años se ha dado por hecho que la tecnología -como tantas otras cuestiones- era cosa de hombres. Y hemos visto que no. Que la tecnología no tiene género. Y que, de tenerlo, la tecnología puede ser tan femenina como LA innovación, LA investigación o LA dirección.
El feminismo tecnológico también está de moda
El movimiento impulsado por diferentes actrices de Hollywood #MeToo ha puesto de moda una reivindicación tan antigua como la vida misma. Pero han sido ellas y LAS redes sociales las que han conseguido dar visibilidad a las mujeres en el gran negocio del cine. Esta plataforma y sus argumentos se han visto en todas las partes del mundo. #MeToo es ya viral y a su abrigo han surgido otros muchos movimientos, igualmente reivindicativos en favor de la mujer.
Volviendo al entorno de la tecnología, tenemos muy reciente toda la información que se ha generado en torno al Mobile World Congress celebrado la pasada semana en Barcelona. Este evento tecnológico, uno de los más importantes del mundo, también ha desarrollado su particular reivindicación en femenino a través de la Women in Mobile, una iniciativa que permite poner sobre la mesa el papel de la mujer en el sector. Este año, en su cuarta edición, el evento en el que el 100% de sus ponentes son mujeres, vuelve a poner en valor la presencia de la mujer en el entorno tecnológico.
Así pues, se me ocurren multitud de razones por las que la presencia femenina en el mundo de la tecnología no solo es recomendable, sino tan necesaria y justa como la presencia de los hombres. Ojalá, no tuviéramos que justificar nuestra presencia sino en virtud de nuestras habilidades, nuestra capacitación, nuestra formación y nuestro compromiso. Y no tanto, pensando en la paridad y en la obligatoriedad que se auto-imponen algunas organizaciones de incluir mujeres en sus plantillas, simplemente por el hecho de no ser tachadas de machistas.
Pero como aún tenemos que buscar argumentos, a mí no me cuesta ningún trabajo encontrar unos cuantos, perfectamente consistentes. Dejando a un lado los meramente profesionales o académicos, se me ocurren los siguientes:
- Más empatía y capacidad para ponerse en el lugar del otro, algo que favorece la mejora del clima laboral. Una mujer, además de enfocarse en la consecución de los objetivos y en alcanzar los resultados corporativos tiende a buscar el equilibrio con el bienestar personal de los trabajadores.
- Más habilidades para la comunicación y la resolución de conflictos de manera amistosa, mediante la palabra y no, a través de los silencios o las discusiones enconadas.
- Medir bien los tiempos es también una de las razones por las que las mujeres suelen ser más resolutivas que algunos hombres, particularmente a la hora de dar por terminadas reuniones que pueden alargarse, muchas veces, de manera injustificada en el tiempo.
- Integración y fomento de la participación es un elemento estratégico, más aún en los procesos de transformación digital. Veo a las mujeres con más habilidad para cohesionar y escuchar opiniones variadas que permitan resolver cuestiones complicadas. El liderazgo femenino impulsa la participación y la discusión positiva.
Por supuesto, estoy generalizando, y yo, particularmente, he trabajado con magníficos profesionales varones de los que he aprendido mucho en el entorno laboral y también en el plano más personal. Pero, todavía tenemos que buscar argumentos que muestren el valor de las mujeres en entornos como el tecnológico, argumentos que se salen de las cuestiones curriculares. Espero que cada vez tengamos que recurrir menos a estos argumentos y podamos centrarnos más, simplemente en lo que una persona puede aportar a la corporación, independientemente de si es hombre o mujer.