La rentabilidad de una tienda online
Dependerá de múltiples factores, pero desde el punto de vista económico, hay dos que son fundamentales: los costes y los precios de venta
Los costes
En cuanto al primero, hay que decir que la estructura de costes en el comercio electrónico es muy diferente a la de otros canales de venta, ya que aquí disminuyen los costes estructurales y se incrementa el gasto en servicios externalizados (logística, almacenamiento, cloud,…).
Esto provoca que los costes sean muy elásticos y ligados a la evolución de las ventas.
El precio de venta
El segundo punto pasa por ser capaces de optimizar el precio de venta, algo que requiere tener en cuenta todos los costes, así como, en muchos sectores, las constantes fluctuaciones del mercado, lo cual puede obligar a adaptar los precios de forma continua para mantener un margen adecuado.
En esta situación, la solución para poder controlar la rentabilidad de una tienda online pasa necesariamente por la integración de ésta con el sistema de gestión (ERP) de la empresa. Asimismo, habría que dotar al ERP de herramientas que permitieran analizar los datos que contiene.
De esta forma, automáticamente, el sistema permitirá valorar de forma fiable información clave para el negocio, como pueden ser los costes, los márgenes o el stock de productos disponibles.
¿Cómo funcionaría?
Por ejemplo, si la empresa tiene los precios de venta de su plataforma de comercio electrónico conectados en tiempo real con el ERP, este precio puede adaptarse a las fluctuaciones de los costes. Es decir, el sistema se encarga de variar el precio final dependiendo del margen que se establezca. Al ser un proceso automatizado, la empresa ahorra recursos y evita procesos manuales, teniendo la seguridad de que la rentabilidad se mantiene en todo momento.
Somos competitivos porque adaptamos nuestros precios a la evolución del mercado, y somos rentables porque lo hacemos defendiendo nuestro margen.
Esto es importantísimo siempre, pero lo es especialmente en el contexto digital. No hay que olvidar que el comprador web, cómodamente desde su sillón o despacho, está comparando nuestros precios con los que le ofrecen nuestros competidores en sus respectivas páginas web.
Por otra parte, la integración de la web con el ERP consigue facilitar la circulación y el intercambio fluido de información, permitiendo a los responsables del negocio disponer de los datos adecuados e impulsar la interconexión de los mismos para poder analizarlos en conjunto y tomar las decisiones más apropiadas en cada momento. La incorporación de herramientas de contabilidad analítica al sistema de gestión resulta totalmente necesaria, ya que gracias a ellas se van a poder controlar todos los factores que intervienen en el proceso.
Conclusión
En realidad, esto es algo que ya están haciendo las empresas en sus canales tradicionales. El TPV de una tienda física, por ejemplo, está integrado en el sistema contable y en el sistema de gestión de la compañía. Lo que hay que conseguir es convertir la web en un TPV más. Si esta integración se hace desde el principio, en el momento de poner en marcha la tienda online, todo resultará mucho más sencillo. Si no se ha hecho, lo mejor es no demorar más la decisión. Es importante contar con toda la información para obtener un conocimiento profundo del funcionamiento del canal online y, de esta forma, tomar las decisiones más apropiadas. No olvidemos que puede convertirse en la fuente de ingresos más importante de la organización en un futuro muy próximo.