No descubro nada nuevo si digo que las pymes tienen una naturaleza propia y, lo que es más importante, una estructura y un funcionamiento bien diferente a los de la gran cuenta. Por lo tanto, aunque hablamos mucho de universalización de la tecnología, una solución pensada para las grandes corporaciones y “adaptada” al ecosistema pyme no puede ser igual que una solución pensada y diseñada específicamente para las pequeñas y medianas empresas.
Lo tengo claro. A la pyme lo que es de la pyme. De poco sirve rediseñar una herramienta ideada en principio para las empresas de gran volumen. A ver: te permite salir del paso, desde luego, lo que no significa que, por el hecho de que una solución funcione bien para las empresas grandes vaya a adaptarse correctamente a los mecanismos de una pyme.
No son iguales. No funcionan igual. No tienen los mismos objetivos, ni la misma estructura, ni la misma “burocracia”. Las pymes son -siempre lo han sido- organizaciones muy flexibles y dinámicas, algo a lo que han tenido que acostumbrarse las grandes, habida cuenta del impacto digital que vive la sociedad.
Como decía, las pymes están acostumbradas a unos modelos de trabajo en los que la multi disciplinariedad y la colaboración eran atributos que “venían, prácticamente, de serie”. Y no es que este tipo de organizaciones buscara la diferenciación en su método frente a las grandes, fue solo que, si no implementaban esa actitud de respuesta pronta y eficiente, si no mostraban signos de proactividad y si no demostraban, con resultados, que su modelo era viable, simplemente, morían.
Soluciones diferentes para necesidades diferentes
Aunque es cierto que la digitalización ha “unificado” mucho la operativa de las organizaciones, con independencia de su tamaño, siguen existiendo diferencias sustanciales en el ámbito de la gestión entre las empresas más grandes, las medianas y las más pequeñas o micro-pymes. Por supuesto, como digo, la digitalización ha eliminado una gran barrera de entrada como era el precio. Hasta hace apenas un lustro, la principal diferencia entre unas soluciones y otras era, precisamente, eso, el precio. De una forma muy lineal -permíteme la simplificación- las soluciones caras eran para las grandes; las que precisaban de una inversión menor, para las medianas y pequeñas.
A la pyme lo que es de la #pyme. Las pymes requieren soluciones específicas Share on X
Como digo, es un argumento muy simplista, pero, desde luego, el precio servía para acotar en un primer momento la búsqueda. Está claro que tecnologías como Cloud y los modelos de explotación como SaaS han derribado esa primera barrera de acceso y, hoy, si atendemos solo al precio, podemos decir que la tecnología está al alcance de cualquier tipo de organización, grande, pequeña, mediana, minúscula incluso.
Ahora bien, aunque existen muchos puntos de convergencia en las necesidades de gestión de unas y otras, está claro que existen otros tantos que las hacen diferentes. Muy diferentes diría yo. Desde luego, no se trata de determinar la validez de una solución teniendo en cuenta únicamente el tamaño de la empresa en cuestión, pero para mí las dimensiones de cada organización representan un elemento diferencial a la hora de buscar una solución u otra. Buscar en el segmento adecuado, facilitará la tarea.
Simplificar y automatizar vale para todos los tamaños
Está claro que simplificar los procesos y automatizar las tareas está entre los propósitos de gestión de cualquier empresa con independencia de su tamaño. Lo que se busca es poner en valor sus procesos financieros, contables y comerciales, toda la actividad relacionada con sus almacenes o con su producción, en caso de existir y, en definitiva, optimizar el funcionamiento interno para que trascienda al servicio que se presta fuera.
Entonces, por resumir, ¿quieres saber qué aspectos son los que, para mí, diferencian una solución de gestión para pymes de una solución de gestión para grandes empresas?
Soluciones globales/soluciones modulares. Las empresas grandes manejan un gran volumen de datos y buscan soluciones globales que respondan a los requerimientos actuales, aunque eso implique implementaciones largas y puesta en producción compleja. Las medianas empresas -aunque siempre hay excepciones, claro- manejan menos datos y apuestan por sistemas de gestión que les permitan tener una visión a futuro. O sea, soluciones modulares y que puedan integrarse fácilmente con otros aplicativos.
Soluciones personalizadas/soluciones estándar. Las empresas más grandes suelen decidirse por aplicativos que faciliten la personalización, es decir, adaptar algunos aspectos de su forma de operar lo que implica una inversión mayor en términos de dinero y de tiempo. Por su parte, las pequeñas y medianas empresas suelen apostar por soluciones estándar que se ajustan a la mayoría de sus procesos. De este modo, se rebaja el coste y, mucho más importante aún, se minimiza la complejidad de la herramienta por lo que su puesta en funcionamiento es también más sencilla y rápida.
Áreas internas de TI/sin departamentos internos de tecnología. Las empresas de grandes dimensiones suelen tener áreas de TI internas que ayudan a impulsar la utilización de la herramienta y prestan el apoyo que necesitan los usuarios en el día a día. También se encargan de que la solución esté operativa y actualizada, así como de personalizar de nuevo el sistema. Por su parte, las pymes apuestan por traspasar esa responsabilidad -actualizaciones, soporte, mantenimiento, etc.- a los proveedores. Generalmente, las empresas que no tienen departamentos de TI buscan más la confiabilidad de un tercero.
En todo caso, si queremos una respuesta directa a la pregunta sobre lo que diferencia un ERP para grandes empresas de un ERP para pymes habría que señalar, sí o sí, el diseño inicial. Es decir, las soluciones se diseñan y desarrollan pensando en las necesidades y en la naturaleza de un grupo o de otro. Y NO. No sirven aplicativos reinventados o simplemente readaptados.