La transformación digital sigue siendo un importante reto para las pymes y sus áreas financieras. Son entornos que desempeñan un papel crucial en la optimización de los recursos y, por tanto, en la eficiencia de su gestión. Impulsar el crecimiento de este tipo de empresas utilizando solo los recursos necesarios, es una de las claves por las que las pequeñas y medianas empresas deben apostar por la digitalización de sus entornos financieros.
Introducción
¿Cómo encaran las pymes la incertidumbre del mercado?
El valor de digitalizar el área financiera
Digitalización y salud financiera
Esta propuesta de valor se topa con tres grandes desafíos que se deben salvar antes de seguir avanzando en la implementación de cualquier estrategia digitalizadora:
1. La transformación de la cultura corporativa
2. La gestión unificada de la información
3. La capacitación de los equipos.
Incrementar la relevancia de los departamentos financieros en la toma de decisiones estratégicas -no solo operativas- de los negocios es una de las principales razones por las que las pequeñas y medianas empresas se plantean la digitalización de sus entornos de gestión. Y, más concretamente aún, la digitalización de sus entornos de gestión financiera.
Para alcanzar esta meta, los responsables de las pymes más avanzadas han tomado conciencia sobre la importancia de evolucionar su cultura corporativa, dotando de mayor relevancia al departamento financiero y su participación en la toma de decisiones de negocio. En el camino hacia la digitalización de las áreas financieras de las pequeñas y medianas empresas, la gestión integrada de la información es también otra de las etapas clave en el proceso.
¿Cómo encaran las pymes la incertidumbre del mercado?
La transformación digital es una prioridad de los directivos para mejorar la flexibilidad y adaptabilidad de la empresa en un entorno empresarial marcado por la incertidumbre. Pero no podemos negar que se trata de un proceso complejo para el que las pequeñas y medianas empresas disponen de recursos -personales y económicos- limitados. Apostar por la digitalización en un contexto vulnerable y sensible como el actual, en el que los expertos vuelven a alertar sobre una próxima desaceleración del mercado, es una decisión difícil. Por lo tanto, es importante poner en valor la aportación de lo digital para el desarrollo y crecimiento del negocio, superando la inquietud que genera el retorno de la inversión.
Más allá de estos temores, las pymes deben enfrentarse además a otros miedos que ponen en riesgo su digitalización y la competitividad de su negocio:
- La falta de conocimiento y el miedo al fracaso. Las pymes se enfrentan a una compleja dualidad. Por un lado, son conscientes de la necesidad de impulsar su digitalización, pero por otro, disponen de recursos limitados. Es decir que, a menudo tienen una verdadera voluntad de adaptarse, pero no siempre disponen de los conocimientos necesarios para abordar el proceso con éxito.
- Una comunicación estructural deficiente entre la administración, los proveedores de soluciones de gestión y las propias empresas. Muchas organizaciones encuentran fricciones en sus procesos de transformación porque en realidad desconocen cómo abordarlos de manera adecuada.
- La falta de coordinación entre la empresa y los proveedores tecnológicos es una barrera más, para el proceso de digitalización. Uno de los errores más habituales en este sentido es la estandarización de la propuesta de soluciones y herramientas. En este sentido, cabe señalar que los proveedores, que debieran ser más socios que simplemente proveedores, deben entender la naturaleza y los objetivos de cada negocio. Esa es la mejora manera de diseñar una estrategia de digitalización coherente y sostenible. Por supuesto, también eficiente.
Frente a estos frenos, las pequeñas y medianas empresas buscan soluciones que se adapten a sus particulares individualizadas, lo más personalizadas posibles, dentro de un entorno de software estándar. Este es uno de los factores que les harán alcanzar el éxito. El escenario actual ha generado nuevas necesidades que implican un cambio profundo en el ADN de la organización. Y, en este sentido, las pymes valoran muy en positivo el hecho de que los proveedores tecnológicos proporcionen, no solo tecnología, también servicios de valor añadido que pongan el foco en las personas. Es decir, en facilitar o incrementar el conocimiento, las habilidades o la capacitación de las personas.
Digitalizar los entornos financieros de las pymes implica evolucionar su
cultura corporativa, dotando de mayor relevancia al departamento financiero y su participación
en la toma de decisiones de negocio Share on X
Está claro que la adaptación digital a las nuevas necesidades será diferente para cada negocio. Por lo tanto, la tecnología y los servicios que la acompañen deberán mostrar también una flexibilidad extra -dentro, insisto, de los modelos estándar- para adaptarse a las necesidades, objetivos y estrategias de cada negocio.
En todo caso, la evolución de la cultura corporativa es la base de la verdadera transformación digital en el entorno pyme. De hecho, muchas organizaciones siguen operando con estructuras, directrices y metodologías tradicionales que dificultan la adaptación a la realidad digital que ya estamos viviendo, dentro y fuera del entorno empresarial o laboral. Por eso, hay que impulsar-sí o sí- el cambio de cultura, de mentalidad y, apoyarlo siempre con la formación adecuada.
El valor digitalizar el área financiera
Decir que digitalizarse es algo más que implementar tecnología, no es decir nada nuevo. Pero, con respecto al entorno financiero, esta afirmación cobra mayor relevancia ya que hablamos de un entorno clave que deberá posicionarse como estratégico para la toma de decisiones de negocio. En este sentido, digitalizar el área financiera, se convierte en una prioridad dentro del proceso de transformación digital de las pymes por su visión de la organización, porque maneja datos e información clave y porque sirve como nexo y coordinación con otras áreas de la empresa, precisamente por esa visión y esos datos económicos que maneja.
De hecho, hay muchas soluciones tecnológicas que ayudan a la digitalización, pero los pilares clave de la verdadera evolución y revolución de cualquier negocio, son otros:
- Los equipos y las personas que los conforman
- La información que se maneja y que proporciona una visión a corto, medio y largo plazo
- La transformación cultural o la nueva manera de entender el negocio
- La colaboración entre los distintos agentes que intervienen en la cadena de valor.
Por eso, cuando hablamos de digitalizar el área financiera de cualquier pyme, pensamos inmediatamente en soluciones, más que en tecnología. Y, cuando hablo de soluciones, me refiero, en realidad, a esa conjunción necesaria y obligatoria de tecnología, conocimiento, formación y compromiso. O, lo que es lo mismo: tecnología y personas. Y servicios orientados a dar soporte, tanto a la tecnología como a las personas.
Gestionar el talento es, por tanto, estratégico para alcanzar el éxito de cualquier proceso de transformación. Es importante trasladar o, mejor dicho, compartir la importancia del factor financiero para el desarrollo del negocio, a todas las áreas de la organización. Y, construir un trabajo conjunto que impulse el crecimiento en un entorno de colaboración e información integrada. Algo que solo será posible si se cuenta con la tecnología, en este caso, las aplicaciones de gestión financiera adecuada y los servicios adicionales necesarios.
Digitalización y salud financiera
En estos momentos, la salud financiera de las pequeñas y medianas empresas depende de que sean capaces de implementar una gestión digitalizada. Pero, el problema es que muchas organizaciones consideran que las únicas funciones del departamento financiero son administrativas y de control contable. Es decir, que no entienden el verdadero valor de su área financiera para apuntalar el crecimiento de su negocio, convirtiendo convertir la información en acción.
Además de estas cinco ideas para cuidar la salud financiera de una pyme, se me ocurren algunas otras cuestiones básicas para transformar esta visión tan simplista y, a la vez, tan peligrosa que tienen algunos negocios sobre su área de finanzas:
- Proporcionar información actualizada, veraz y, en tiempo real, sobre datos numéricos del negocio
- Centralizar esta información económica a través de soluciones de gestión financiera eficientes
- Disponer de una visión global del negocio que permita mejorar la toma de decisiones
En definitiva, la tecnología y la información compartida son dos verdaderas palancas de competitividad porque neutralizan la ineficiencia de muchos procesos en los que se utiliza información desestructurada y poco realista. ¿Cómo? Utilizando datos conectados, compartidos y fiables, a través de las soluciones de gestión apropiadas, lo que impacta directamente en la productividad y en la flexibilidad necesaria para operar en un contexto como el actual.
En el encuentro “Digital Finance”, impulsado por Datisa la semana pasada Pablo Couso, Technology Expert de la firma española de ERP para pymes, quiso destacar el papel del departamento financiero como parte fundamental en la toma de decisiones. En este sentido, concluyó diciendo que los sistemas de gestión son capaces de darle un sentido integral a la información. La función del área financiera debe ser la de unificar los datos económicos de la compañía y traducirlos en conclusiones de negocio a través de herramientas analíticas. En el entorno actual el departamento financiero es clave para lograr la evolución y transformación digital de la organización, un desarrollo empresarial más productivo y un mejor conocimiento del cliente. Y, desde luego, yo no puedo estar más de acuerdo con él. ¿Y tú?